A pesar que nos enfocamos en trabajar con población migrante y refugiada, todxs nuestros profesionales tienen las competencias para trabajar cuestiones de padecimiento subjetivos tales como: fobias, depresión, ansiedad, duelos, desarraigo, psicosis, trauma, crisis subjetivas, ataques de pánico, entre otros.
Duelo/Duelo migratorio:
El duelo es uno de los primeros procesos o trabajo que se realiza en muchas personas migrantes debido a las múltiples pérdidas que conlleva el cambiar de territorio. Es por ello que preferimos llamarle proceso de duelo o trabajo de duelo. Es una elaboración que depende de los tiempos de cada sujeto, pero que conlleva la pregunta respecto a lo que fui para el otro, el lugar que ocupé en ese territorio, persona, familia o cultura. Poder elaborar un duelo, es poder permitirse desplegar las emociones que se requieran para soltar pieza por pieza lo que esa persona fue para mí. En personas migrantes vivir duelo desde la distancia es un padecimiento extra, pero posible de trabajar. A ello se juega un duelo específico que es el duelo migratorio, efecto de la pérdida masiva de objetos del lugar de origen. A veces los duelos no elaborados no nos permiten integrarse o disfrutar plenamente el lugar en el que se está viviendo.
Refugio:
Ser refugiado es una categoría jurídica que está sujeto a las políticas migratorias del país de destino la cual muchas veces se encuentra en constante cambio respecto a los derechos que le aseguran a la persona migrante que lo solicita. Más allá de la categoría jurídica (que ya puede ser causa de padecimiento debido a los largos tiempos de espera), el proceso subjetivo de ser refugiado en muchos casos, e inicialmente, está subjetivamente en negación, ya que la persona que migró no quería migrar, sino que lo hizo por verse obligada para salvaguardar su vida: por conflicto armados, por conflictos ambientales, entre otros. Esta dimensión de migrar por obligación causa un padecimiento adicional que puede observarse en pacientes con un sentimiento de desarraigo permanente o de despersonalización del lugar en el que se está. Asimismo, algunos/as han sido víctimas de persecuciones lo cual incide en sentimientos o ideas persecutorias aislándolos/as de establecer vínculos con otras personas o asistir a eventos sociales o de contar su propia historia. Un espacio terapéutico, confidencial y seguro, permite a la persona tener alguien con quien contar su historia, expresar sus miedos, conflictos y/o padecimientos sin temor a ser juzgado/a o perseguido.
Xenofobia:
La xenofobia y el racismo son fenómenos que afectan profundamente a muchas personas migrantes en todo el mundo. La xenofobia se refiere al miedo, rechazo o prejuicio hacia personas de otros países o culturas, mientras que el racismo implica la discriminación y el trato desigual basado en características raciales o étnicas. Ambas formas de intolerancia generan un entorno hostil y de exclusión para quienes buscan nuevas oportunidades, seguridad o un mejor futuro en otros lugares. Las personas migrantes a menudo enfrentan estigmatización, violencia y obstáculos en el acceso a derechos fundamentales, lo que afecta su bienestar físico, emocional y social. Combatir la xenofobia y el racismo requiere promover la empatía, la educación y la sensibilización, reconociendo la riqueza que la diversidad cultural aporta a las sociedades y la importancia de respetar los derechos humanos de todos, independientemente de su origen. La xenofobia y el racismo muchas veces se vive tanto en la cotidianidad o en ámbitos institucionales, incluso en algunos de formación de profesional, en donde la persona que la vive se ve encerrado de no poder levantar la voz o exigir sus derechos por temor a que lo/la evalúen mal o lo despidan. El espacio terapéutico permite, en primera instancia, una primera escucha que permita la descarga de la frustración o injusticia que la persona está viviendo, para examinar posibilidades respecto a su situación.
Violencia Basada en Género (VBG):
La violencia de género y la migración son dos fenómenos que, a menudo, se cruzan y agravan las dificultades que enfrentan muchas personas, especialmente mujeres y niñas. La violencia basada en género se refiere a cualquier acto de violencia que se comete contra una persona por motivos de género, incluyendo violencia física, psicológica, sexual o económica. Esta violencia puede ser una causa o una consecuencia de la migración o migración forzada, ya que muchas personas migrantes huyen de entornos donde sufren abusos o discriminación.
La migración, por su parte, puede exponer a las personas a nuevas formas de vulnerabilidad. Las mujeres migrantes, en particular, son más susceptibles a la explotación, el tráfico de personas y la violencia sexual, debido a su condición de inmigrantes y, muchas veces, a la falta de redes de apoyo. Las barreras lingüísticas, la precariedad laboral y la discriminación también dificultan el acceso a la justicia y la protección para quienes enfrentan violencia en su proceso migratorio.
Asimismo, en los países de destino, la falta de políticas específicas y la invisibilización de la violencia basada en género en contexto migratorio perpetúan la situación de riesgo y dificultad. Es por ello que es fundamental que los programas de migración sean sensibles a estas problemáticas y que se implementen acciones integrales que protejan los derechos humanos, promoviendo una migración segura, digna y libre de violencia para todas las personas. También es fundamental conocer los organismos y sistemas que acompañan estas problemáticas. A pesar que la violencia basada en género (VBG) es un fenómeno del cual mayoritariamente son víctimas las mujeres, existen varones que también la viven, en especial varones migrantes, ya que desconocen sus derechos o son amenazados con deportación si es que se encuentran de forma ilegal.
Trauma, Trastorno por Estrés Post-traumático o Trauma Complejo:
Las experiencias migratorias son variadas y de múltiples factores. Algunas de estas vivencias han sido traumáticas por: el tránsito mismo: haber viajado en condiciones no seguras, extorsiones económicas, entre otros; o por experiencias traumáticas que fueron el motivo de la migración. Los duelos o la sensación de ser aún perseguido muchas veces aparecen nuevamente en el nuevo lugar de destino, otras veces están camufladas por ataques de panico o de angustia. Podes darle lugar a lo traumático a través de la palabra y siendo acompañado, permite re-escribir estas experiencias para mejorar la calidad de vida. La confidencialidad resulta esencial para que el/la paciente se sienta seguro/a.
Migración y ciclo vital:
La migración y sus duelos impacta de distintas maneras de acuerdo a los ciclos vitales de cada persona. En las infancias suelen observarse cambios conductuales dentro de la familia o en la escuela, ya sea de ponerse más rebeldes o enojados o un desinterés por las actividades que solían hacer. En la adolescencia, en cambio, se encuentran en un proceso de nuevas identificaciones y buscan tener una vida social por fuera del ámbito familiar, con los amigos/as o los/las compañeros, la pérdidas de las amistades y de los/as compañeros/as a veces inhibe este proceso, aislándolos/as en el ámbito familiar, mostrando un aumento de la agresividad. La adultez conlleva las responsabilidades de la vida laboral, familiar y/o estudiantil. La vejez conlleva la pregunta por la muerte y el duelo por el cuerpo de la juventud, a veces con dificultades para insertarse en el ámbito laboral debido a la gerontofobia o porque la sociedad privilegia los cuerpos jóvenes. El trabajo terapéutico permite encontrar los recursos que cada ciclo vital tiene para investigar sus posibilidades en la nueva comunidad de acuerdo a sus posibilidades, así como elaborar los miedos, angustia y duelos que puedan surgir.
Comunidad LGBTIQNB+:
La población LGBTIQNB+ y la migración son temas interrelacionados que reflejan la complejidad de las identidades y movimientos humanos en un mundo globalizado. Las personas LGBTIQNB+ enfrentan a menudo diversas formas de discriminación, violencia y exclusión en sus países de origen, perteneciendo a una de las poblaciones con mayor vulnerabilidad, ello motiva a muchos/as a buscar un entorno más seguro y aceptador en otros lugares. La migración de personas LGBT puede estar impulsada por la búsqueda de derechos civiles, libertad de expresión o simplemente por la necesidad de escapar de situaciones peligrosas o de discriminación sistemática.
A nivel global, diferentes países tienen distintos niveles de aceptación y protección legal para las personas LGBT, lo que influye en sus decisiones migratorias. Algunas migrantes LGBT enfrentan desafíos adicionales, tales como la integración cultural, la falta de redes de apoyo y el reconocimiento legal de su identidad. Además, en los contextos de migración, suelen estar más vulnerables a la explotación, el abuso y la vulnerabilidad social.
Es importante reconocer que la migración y la orientación sexual o identidad de género no son razones de exclusión o discriminación, sino aspectos de la diversidad humana que deben ser respetados y protegidos. Poder contar con profesionales que respeten el género y/o pronombre elegido por la persona y/o la orientación sexual es alojador para lx consultante. En nuestro equipo profesional todxs cuentan con perspectiva de género.
Vínculos sociales
La migración puede interrumpir nuestras redes de apoyo y hacernos sentir solos o desconectados. A través de la psicoterapia te acompañamos en el fortalecimiento y reconstrucción del lazo social, facilitando herramientas para crear relaciones significativas en tu nuevo entorno. El lazo social, es también desear vincularse con otro, pero a veces ese otro se nos presenta como hostil o incomprensible, lo cual incide en no vincularse y uno se termina aislando.
Inserción laboral en el país receptor
La búsqueda de empleo en un nuevo país suele ser compleja y desafiante. En este espacio abordamos las dificultades que influyen en tu proceso de inserción laboral, promoviendo tu confianza y desarrollo profesional. Algunas dificultades que encontramos son la xenofobia, el desarraigo, el deseo de estar en la tierra de origen, el “shock cultural”, las dificultades comunicacionales, las diferencias conductuales entre compañeros de trabajo, la frustración por no encontrar el mismo rol profesional que cumplía en mi país de origen, entre otros.